“MEDIDA POR MEDIDA” de la compañía INEXTREMIS Teatro, es una adaptación del texto de William Shakespeare del mismo título, bajo la dirección de JOSE PADILLA, se alzó con el PREMIO GAYARRE al Proyecto Escénico 2017, organizado por el Teatro Gayarre y el Gobierno de Navarra.
Nos encontramos en Viena. El Duque, regente de la ciudad abandona ésta y otorga el poder a Ángelo para que aplique las leyes severas que están en desuso.
Claudio será el primero en sufrir la dureza de la ley, pues ha dejado embarazada a Julieta y en dos días le cortarán la cabeza. Sólo Isabel, su hermana, una bella novicia, puede hacer cambiar la ley entregando su virginidad al deseo de Ángelo.
Un gobierno corrupto, una ciudad asfixiante, cárceles, burdeles, justicia, Dios, el sexo y la muerte son algunos de los temas propuestos por Inextremis y Jose Padilla en esta versión de Medida por Medida de Willian Shakespeare.
Revivimos este maravilloso texto escrito hace 400 años y lo trasladamos a hoy. La vigencia indudable de sus palabras, enfrentan al público ante cuestiones universales como la justicia, el poder o el chantaje sexual.
FICHA ARTÍSTICA:
DIRECCIÓN:
JOSE PADILLA
Ayudante de dirección:
ANA MAESTROJUAN
INTÉRPRETES:
TXORI GARCÍA URIZ
LEIRE RUIZ
IRATXE GARCÍA URIZ
JUAN SANSEGUNDO
OIER ZUÑIGA
ESPACIO ESCÉNICO ILUMINACIÓN:
KOLDO TAINTA
VESTUARIO:
SANDRA ESPINOSA
ESPACIO SONORO:
GORKA PASTOR
Producción ejecutiva:
LETICIA UNZUÉ
MEDIDA POR MEDIDA
Indefectiblemente todas las obras de Shakespeare hablan de la relación del individuo con el espacio. Esto que suena tan críptico no lo es tanto si echamos un ojo, aún por encima, a sus páginas. Hamlet no sería sin el castillo de Elsinore, los amantes de El sueño de una noche de verano no se enredarían si no existiera el bosque de Atenas, Otelo es un cuerpo extraño en un espacio del que se sabe excluido, y todos los habitantes de Viena en Medida por medida están al corriente de la trampa que supone un sistema que deviene claustrofóbico. Viena se recorre en la urdimbre del secreto, de los cuchicheos en las prisiones y palacios, en las casas de putas y los monasterios. Un espacio unívoco nos dificultaría la narrativa, debemos tender hacia una concepción escenográfica muy flexible que, manejada por los actores, pueda convertirse en cualquier composición, lo concreto entorpece, lo abstracto, en cuanto a poético, favorece a la historia. El vacío escénico ha de ser explotado para adentrarnos en la psique de los personajes. La cerrazón, el abandono a su suerte, la desesperación deberá ser sugerida por cambios rápidos de los elementos que compongan la escena. Sillas viejas, con vida, que construyan espacios en movimientos veloces. Los actores son coro y personajes, masa e individuo, de esta dicotomía constante a lo largo de la función es de donde hemos de beber para disponer el espacio.
Jose Padilla